HAY QUE SACUDIR EL ARBOL

May 5, 2010

Recuerdo cuando niño un arbolito de acerolas en la casa de mis abuelos. En su época de fruto, en su mayor intensidad, se le podía ver -como decíamos-«cargadito»de esa fruta agridulce (dependiendo de cuán madurita estaba) y de lejos se le podía ver lleno de puntos rojos por todas sus ramas.

Para comer la fruta, bastaba con mirar al suelo alrededor del árbol y casi siempre se llevaba uno su buena dosis de acerolas. También las ramas al alcance de nuestras manos presentaba una que otra de esas sabrosuras, amén de que con la ayudita de uno que otro palo largo lograba uno su cometido.

Sin embargo, en ocasiones uno se fijaba en aquellas ramas altas, fuera de nuestro alcance (aún con el palo largo) donde reposaban aquellos ramilletes grandes y rojos que lucían más tentadores que todos los que me había comido. Me parecía como si el árbol reservara su mejor fruto en lo alto.

Es aquí donde entraba el «truco» que es el título de este artículo. Dos o tres niños nos pegábamos por todos los lados del árbol (algunos nos trepábamos) y comenzábamos a agitar las ramas con fuerza hasta que los frutos comenzaban a caer por todos lados y ahí ¡comenzaba la fiesta!

Esta anécdota de niño me lleva a pensar que a nuestras vidas hay que hacerle como al árbol de acerolas. Nos acostumbramos a lo fácil, a «recoger las acerolas del suelo»o de las ramas a nuestro alcance. Pero llega el momento en que si queremos saborear las «mejores acerolas», hay que sacudir el árbol de nuestra vida. Salir de lo cómodo, agitarnos, treparnos, ir más allá.

Tenemos que ir a buscar el fruto para saborearlo; se pasa trabajo, pero agita tu árbol, que allá arriba las acerolas están más dulces.

Edgar Figueroa
http://www.decisionsforsuccess.com

ESA DECISION, ¿es lo que realmente quieres?

abril 19, 2010

Si estás en este momento en la encrucijada de una decisión importante en tu vida, te invito a que pienses un momento en el título de este artículo.

La decisión que vas a tomar; ¿representa lo que realmente quieres para tí? ¿Es el reflejo de tus valores, de lo que eres como persona, de cómo te sientes en tu momento histórico? ¿Estás convencido de que dicha decisión te acercará a tu meta? ¿Estás conciente de las posibles consecuencias y estás dispuesto a aceptarlas?

Curiosamente, en el proceso de tomar una decisión muchas veces consideramos infinidad de factores y perdemos de vista lo más importante al tomar una decisión; nosotros mismos.

Nunca te sentirás feliz si al final tus decisiones no reflejan tus aspiraciones, tus anhelos y tus deseos.

Un breve repaso hacia nuestro pasado y nos daremos cuenta de que en innumerables ocasiones hemos tomado decisiones «por complacer» «por pena» «para no quedar mal» «por imitación» «por no contrariar a alguien» «por la familia», etc. etc. Para al final acarrear consecuencias no deseadas.

Por tal razón, procura que tus decisiones estén en sintonía con tu propio ser. Tienes el derecho de decidir basado en tus principios, tus intereses y tu visión del mundo.

Y recuerda, siempre habrá alguien que no esté de acuerdo contigo. Pero, no te preocupes. Ese también es su derecho.

Tu amigo,
Edgar
http://www.decisionsforsuccess.com